lunes, 9 de agosto de 2010

"ANCHANCHOPOG" - Cuento Popular de Pomabamba-Ancash-Perú:

En la zona alto-andina de Perú, se cuenta la historia de un ogro malvado, quien, junto a su hijo Anchanchopog, tenía la costumbre de comerse a los niños desvalidos y perdidos.
En cierta ocasión, dos pequeños hermanos, Betito y Lalito, se perdieron en las montañas y con el tiempo en contra, morían de frio en la oscura noche de los andes. Los dos niños dieron con el ogro malvado y su hijo, quienes convencieron a los pequeños hermanitos a que fueran a su hogar, un castillo gigantesco donde les ofrecían abrigo y alimento.
Puesto que ambos morían de hambre y frio, accedieron ir con Anchanchopog y el ogro, pero en el camino Betito escucho decirle el ogro a Anchanchopog: “Aliméntalos bien, mantenlos calientitos y luego prepara una olla hirviendo para que los cocines para mí”.
El hijo del ogro obedeció lo mandado por su padre, pero Betito ya estaba advertido, y cuando Anchanchopog estaba preparando la olla para la comida de su del ogro malvado llamo a los hermanitos a quienes les hizo acercarse a que vean la gran olla de sopa que preparaba para que supuestamente se alimenten.
Lalito se quiso acercar, pero Betito lo detuvo y le dijo a Anchanchopog que lo haga primero. Cuando el hijo del ogro se acerco a ver la olla, Betito y Lalito lo aventaron a la olla haciendo que se cocinara en ella y huyendo de regreso a su pueblo.
Al final del día, el ogro regreso a su castillo y no encontró a nadie, solo la gran olla de sopa que supuestamente le había preparado su hijo con los dos pequeños hermanos. Al ver la olla caliente y no ver a Anchanchopog, decidió servirse la sopa y terminarla por completo. Cuando termino de comer, se preguntaba porque no estaba su hijo por el castillo, así que lo comenzó a llamar: “Anchanchopog”, y de su estomago salía la respuesta con un sonido más o menos así: “doooog”… El ogro sorprendido y al no ver respuesta de su hijo, volvió a llamar: “Anchanchopog”, y de su estomago volvió a salir el sonido de respuesta: “dooog”, por tercera vez llamó el ogro a su hijo: “Anchanchopog”, y de su estomago nuevamente se escucho el sonido de respuesta: “dooog”.
Con esto el ogro se dio cuenta que los niños se habían escapado y que a quien se había comido era a su propio hijo… colorín colorado este cuento se ha acabado.
Cuento popular de Pomabamba-Ancash-Perú.

1 comentario:

  1. GRACIAS, LO UTILIZARE PARA UNA EXPOSICIÓN DE LA CIUDAD DE PMABAMBA, SU LITERATURA.

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